julio 14, 2024
Estres y sistema nervioso

Estres y sistema nervioso

Estres y sistema nervioso

El cerebro ante el estrés y la ansiedad

Una situación estresante, ya sea física, como un plazo de entrega inminente en el trabajo, o psicológica, como la ansiedad constante por perder un empleo, puede desencadenar una cascada de hormonas del estrés que provocan cambios fisiológicos bien coordinados. Un acontecimiento estresante hará que su corazón se acelere y su respiración se acelere. Los músculos se tensan y surgen gotas de sudor.
Dado que evolucionó como un mecanismo de supervivencia que permite a los seres humanos y a otros mamíferos responder rápidamente a condiciones que amenazan la vida, esta combinación de respuestas al estrés también se conoce como la respuesta de “lucha o huida”. La secuencia meticulosamente planificada y casi instantánea de cambios hormonales y respuestas fisiológicas ayuda a cualquiera a luchar contra la amenaza o a huir hacia un lugar seguro. Por desgracia, los factores de estrés que no suponen una amenaza para la vida, como los retrasos en el tráfico, la presión del trabajo y los problemas familiares, pueden hacer que el cuerpo reaccione de forma exagerada.
Los investigadores han logrado comprender no sólo cómo y por qué se producen estas respuestas a lo largo del tiempo, sino también los efectos a largo plazo del estrés persistente en la salud física y psicológica. El cuerpo pasa factura con el tiempo cuando la respuesta al estrés se desencadena repetidamente. El estrés crónico se ha relacionado con la hipertensión arterial, el desarrollo de depósitos que obstruyen las arterias y cambios cerebrales que pueden provocar ansiedad, depresión y adicción, según las investigaciones. Otras investigaciones preliminares indican que el estrés crónico puede desempeñar un papel en la obesidad, ya sea directamente (haciendo que la gente coma más) o indirectamente (haciendo que coma menos) (disminuyendo el sueño y el ejercicio).

Apague la ansiedad en su sistema nervioso: cuatro formas de activarla

Según la Asociación Americana de Psicología, la depresión sigue siendo un problema de salud importante en Estados Unidos. Más de un tercio de los adultos afirma que sus niveles de estrés han aumentado en el último año. El 24 por ciento de los adultos registra estrés extremo, frente al 18 por ciento del año anterior.
El Instituto Nacional de Salud Mental describe el estrés como “la respuesta del cerebro a cualquier demanda”. No todo el estrés, según esa descripción, es negativo. Es sólo una reacción. Su gravedad, duración y tratamiento deciden su peligrosidad.
El estrés puede manifestarse de varias maneras. Algunos tipos de estrés son provocados por un incidente único y de corta duración, como una disputa con un ser querido. Otros tipos de estrés surgen de situaciones recurrentes, como lidiar con una enfermedad de larga duración o trabajar en un entorno estresante. El término estrés “crónico” o “tóxico” se refiere al estrés que es constante y prolongado durante un largo periodo de tiempo como resultado de condiciones repetidas. Aunque todo el estrés provoca respuestas fisiológicas, el estrés persistente es especialmente problemático por el importante daño que puede causar al funcionamiento del cuerpo y del cerebro.

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Más allá del estrés y la ansiedad: cómo afecta el estrés al cuerpo y

una breve introducción

Respuesta parasimpática: entrene su sistema nervioso para

El estrés crónico es especialmente común en los ejecutivos de las empresas, los directivos y los directores generales (CEO), lo que requiere una variedad de mecanismos de afrontamiento para lidiar con la tensión, la ansiedad, la depresión e incluso la agresión [1-4]. Este trastorno puede causar diversos problemas de salud mental y física, así como una reducción de la productividad de los empleados, lo que puede repercutir negativamente en el rendimiento de la organización [5, 6]. El retraimiento vagal, que induce un aumento de la frecuencia cardíaca, forma parte de la respuesta adaptativa al estrés y muestra la disposición a responder al factor estresante [7]. El sistema nervioso autónomo (SNA) y el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA) se activan si esta respuesta es inadecuada [8-11]. La circulación, el metabolismo, el aprendizaje y la memoria se ven alterados como resultado de estas respuestas, lo que permite a los individuos responder a las demandas del entorno [12, 13].
Se cree que las catecolaminas regulan la respuesta inicial al estrés, mientras que los glucocorticoides tardan más en segregarse y tienen importantes efectos a largo plazo [14]. El estrés agudo provoca complejos patrones de activación neuronal en el cerebro y aumenta la transmisión dopaminérgica en las cortezas prefrontal y cingular anterior [15, 16]. Además, dado que los glucocorticoides pueden modular estos procesos, el estrés agudo provoca la liberación de mayores concentraciones de glucocorticoides, lo que altera la formación de la memoria y perjudica el aprendizaje [17-19]. Por otra parte, los glucocorticoides pueden tener efectos tanto supresivos como permisivos sobre la acción inicial de las catecolaminas [22]. Como resultado, las funciones cognitivas superiores que dependen de la integridad prefrontal, como la memoria de trabajo, las funciones ejecutivas y la atención selectiva, son vulnerables a las alteraciones inducidas por el estrés [23-26]. El estrés crónico puede provocar una activación repetida e incontrolada del eje HPA y del SNA, lo que puede conducir a una serie de condiciones patológicas que van desde el insomnio y la hipertensión hasta la fatiga y las enfermedades cardíacas [14, 27-29].

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¿cómo de nervioso es tu sistema nervioso? habilidades para la ansiedad #3

¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando estamos estresados? ¿Por qué sentimos un corazón palpitante y náuseas nerviosas? ¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando estamos estresados durante largos periodos de tiempo? En este blog, examino estas cuestiones para ver cómo afecta el estrés a nuestro sistema nervioso.
Nuestro sistema nervioso autónomo (SNA) es un sistema de control que controla todas nuestras funciones corporales inconscientes, incluyendo el ritmo cardíaco, la digestión, el ritmo respiratorio, la micción y la excitación sexual. Forma parte de nuestro sistema nervioso central. El sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (PNS) son los dos mecanismos que componen el sistema nervioso (PNS).
Nuestro sistema nervioso simpático desempeña un papel crucial en nuestra reacción física al estrés, activando la respuesta de lucha o huida. Se trata de una reacción evolutiva natural que se desarrolló para protegernos del peligro motivándonos a escapar o luchar. Aunque este enfoque nos ha servido en el pasado, en la cultura actual no suele ser la respuesta más adecuada a la situación, ya que a menudo nos vemos abrumados por las altas exigencias laborales o las abrumadoras obligaciones familiares.

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