septiembre 25, 2023

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El yoga como tratamiento para la ansiedad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones personas en el padecen de depresión y otros 260 millones luchan contra la ansiedad. Ambos son los trastornos mentales más comunes en el mundo. En España, un 7.36 % de la población sufre de ansiedad leve o moderada. Las estadísticas apuntan que las mujeres (9.79 %) tienen índices más altos que los hombres (4.79%).

La importancia de la salud mental se visibiliza más que en décadas pasadas y constantemente se crean nuevas alternativas para los pacientes encuentren herramientas de sobrellevar las enfermedades. El yoga es una opción realmente eficiente para trabajar y disminuir los episodios. Los métodos de relajación, respiración y concentración establecidos por la práctica hinduista tienen efectos positivos entre los pacientes.

¿Qué es la ansiedad y cómo funciona en el cuerpo?

Los estados anímicos de miedo, estrés e inquietud son sumamente normales en los individuos cuando atraviesan por momentos de presión o angustia. Esta es una reacción natural del cuerpo ante ciertas situaciones de la vida diaria, pero cuando esta modalidad se convierte en recurrente y las personas sienten miedos irracionales por hechos que, generalmente están en su cabeza, se le llama trastorno de ansiedad.

Este miedo sin fundamento no es provocado intencionalmente por la persona, sino que parte de una acción totalmente involuntaria que, cuando no se controla, podría aumentar radicalmente y dejar al individuo en un estado mental crítico.

La psicología y ciencia han establecidos diversas formas de terapias para tratar a los pacientes, según sus grados de ansiedad, estrés o depresión.

¿Qué pasa en el cuerpo ante episodios de ansiedad?

Cuando una persona está en una situación de amenaza, el cuerpo reacciona por sí mismo y activa dos formas de reaccionar: luchar o correr. En ese momento responde el sistema nervioso autónomo, cuya tarea es accionar los órganos de forma involuntaria para afrontar tal “situación de amenaza” como la respiración y el latir del corazón.

Este sistema nervioso autónomo trabaja de dos formas: con el sistema nervioso simpático, que acciona todos los mecanismos para luchar o correr y con el sistema nervioso parasimpático, quien reconoce cuando la amenaza se fue y es momento de estar en tranquilidad.

Ante este escenario, cuando reacciona el sistema nervioso simpático libera adrenalina, que aumenta los latidos del corazón, dilata las pupilas e incrementa la sudoración. A su vez, también libera cortisol, hormona que eleva la azúcar en la sangre y frena el sistema inmune.

Cuando una persona está en un estado de ansiedad o miedo, esto ocurre de forma inmediata e involuntaria dentro del cuerpo. Es decir, que las personas que padecen del trastorno mental activan constantemente el sistema nervioso simpático. La idea es aprender a regularlo y trabajar en conjunto con el sistema nervioso parasimpático para ir poniendo en orden todas las funciones corporales. 

El yoga y la ansiedad

El yoga es una práctica ancestral que se origina en la India con más de 4.000 años de ejecución. En la actualidad se aplica en todo el mundo gracias a sus millones de beneficios a nivel físico, mental y espiritual. Aunque responde a una tradición hinduista, es considera que el yoga es uno de los componentes de la medicina complementaria.

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Gracias a sus múltiples vertientes y formas de variación, se puede tratar puntualmente ciertos problemas físicos y mentales. El Hatha yoga es la rama especializada en tratamientos psicofísicos. La idea es aumentar progresivo el dominio del cuerpo y la mente humana a través de diferentes posturas, ejercicios de respiración y de purificación interna.

La traducción del Hatha Yoga es “Yoga forzado”. La palabra Hatha quiere decir “violencia u opresión”. En inglés, se denomina como Power Yoga a todas las escuelas que estudian o practican esta corriente. La filosofía de esta rama se basa en:

Posturas

Las poses del yoga están diseñadas para que el individuo logre mayor control del cuerpo y flexibilidad. Hay una escala de posturas que van desde fáciles hasta complejas, según el grado y experiencia de la persona.

Respiración

Respirar conscientemente es una actividad indispensable de esta vertiente. Hacerlo correctamente ayuda a tomar el control de la mente y el cuerpo. De hecho, la concentración y la respiración son formas de poner en marcha el sistema nervioso parasimpático y contrarrestar los desequilibrios de su contraparte simpático.

Meditación y relajación

La meditación y la relajación es una de las formas de ser más conscientes y objetivos sobre la situación que se vive.

Beneficios del yoga para la salud mental

Aunque hay una corriente especial para tratar los padecimientos mentales con el yoga, la práctica en general de la filosofía hindú es beneficiosa para el ser humano en todos los sentidos. La práctica habitual ayuda en:

  • Disminuye el estrés: reduce la ansiedad, el miedo y la inquietud e incentiva a los actos saludables. Mejora el estado de ánimo y la sensación corporal de bienestar. Lo que significa que inculca una mejor actitud en las circunstancias cotidianas y a reflejar una proyección más positiva de sí mismo con el resto de las personas.
  • Mejora el estado físico: la práctica regular ayuda en la flexibilidad, el equilibrio, en la fuerza y amplia los movimientos con eficiencia. El yoga es un gran aliado para mantenerse en forma y tener una mejor opinión sobre el cuerpo.
  • Equilibra los padecimientos crónicos: reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas, cardiacas y de presión arterial. Todo esto porque, la respiración y la concentración regulan los latidos del corazón y el bombeo de sangre al cuerpo.

Ante estos beneficios, el yoga es una práctica realmente positiva en todos los sentidos para los seres humanos, sobre todo, para quienes padecen de ansiedad o depresión. La idea es hacer de ella una rutina constante y aplicar su filosofía de vida en la cotidianidad.

Sin embargo, te recomendamos que todas las posiciones y exigencias físicas se hagan con ayuda de un experto porque, un mal movimiento, podría crear algún padecimiento:

  • Riesgos de coágulos de sangre.
  • Hernias en el disco.
  • Dislocación de la espalda.
  • Osteoporosis.

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